Muchos conocimos a Robin Williams como un soberbio actor de comedia en algunas de las primeras películas que recordamos ya sea en Jumanji o Señora Doubtfire, sin embargo demostró a lo largo de su carrera que era uno de esos pocos actores todoterreno.
Conocido también por su triste sonrisa, fue el genio de la lámpara maravillosa en Aladdín, un joven y soñador maestro en El club de los poetas muertos, un loco y olvidadizo profesor en Flubber y el profesor chiflado, un Peter Pan crecidito y con unas cuántas fobias y cosas sin resolver en Hook, un androide enamorado en El hombre bicentenario y un locutor militar solidario y alocado en Buenos días, Vietnam.
Se le atribuye que dijo que
La vida solo te da una pequeña chispa de locura. No debes perderla.
Un lema que llevó incluso más allá, Williams parecía propagarla. El fallecido Christopher Reeve contaba que la primera persona que consiguió hacerle reír tras el accidente que le dejó parapléjico fue él, amigos de toda la vida dado que habían estudiado juntos, Williams se presentó mientras aún estaba ingresado haciéndose pasar por un doctor ruso que quería practicarle una colonoscopia.
Consiguió varios Globos de Oro a lo largo de su carrera por títulos como Buenos días, Vietnam, El Rey Pescador y Señora Doubtfire. Y un Oscar (el único de toda su carrera) por su impresionante secundario en El Indomable Will Hunting.
Últimamente su carrera había dado un retorno con su retorno al doblaje de animación en Happy Feet, su participación en las comedias infantiles de Ben Stiller, Noche en el Museo y había participado en Insomnia de Christopher Nolan. Todo apuntaba además a que se iba a lanzar Sra. Doubtfire 2 y que Williams estaba entusiasmado con la idea... Desgraciadamente, no podrá ser.
Adiós Robin, te echaremos de menos aquí abajo.
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